“Si es bien entrenado, el hombre puede llegar a ser el mejor amigo del perro” Corey Ford.
Así dice el adagio popular. Pero para los habitantes del sur del Área Metropolitana del Valle de Aburrá no lo creen igualmente, porque la población canina va aumentado cada día más, convirtiéndose en un inconveniente, tal vez no sea un problema de mayor envergadura o un tema de preocupación alguna, pero sí llegaran a pensar, se pueden buscar responsables. ¿Quién es el dueño del animal? ¿Quién los compra y después los bota? ¿De dónde es el animal?
El problema de los perros callejeros es tratado en algunos municipios del sur con ignorancia, haciendo que los particulares sean los responsables del cuidado de estos animales.
El principal problema radica en la fácil reproducción de la especie canina en especial en zonas rurales del departamento de Antioquia, sin embargo eso no excluye a la zona urbana que es de donde más se escapan los perros.
La gente no sabe que la ciudad de Medellín es una de las más comprometidas con el control canino, por eso en el centro de Bienestar Ambiental La Perla ubicada en el sector de Belén Alta Vista, donde La Dirección Regional para Suramérica de la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA) reconoció a nivel Latinoamericano, perteneciente a la Alcaldía de Medellín, como el mejor en el campo de protección animal, atendido por un ente gubernamental. La labor de esta institución consiste en atención integral a la fauna callejera de la ciudad. Y donde el último domingo de cada mes, saca a adopción en la avenida la playa cerca de 60 ejemplares para que las personas le den un hogar digno y con amor.
El problema es que los alcaldes del área metropolitana no han tomado cartas en el asunto, dejando incrementar esta problemática.
El problema en la zona urbana radica en las familias menos favorecidas económicamente, suelen tener una mascota y al cabo de un tiempo por el descuido al que es sometido en sus controles y no esterilizarla, esta queda en embarazo, la botan para que no se tengan que hacer cargo de la manutención de los cachorros próximos a nacer. Esto hace que la población canina aumente. Y en los municipios como Caldas, la Estrella e Itagüí no se hacen muchos esfuerzos para contrarrestar este problema de salud pública.
Estos animales se vuelven un problema en la salud, por la necesidad de comer en horas nocturnas buscan y rasgan las bolsas de basuras que se dejan a un lado de la acera y las dañan antes que pase el carro recolector para llevárselas.
Otra dificultad, es que los habitantes de la calle por en su soledad buscan un compañero fiel y encuentran en un perro la oportunidad de tenerlo, pero ellos no obrando de mala fe, no saben que su amigo de compañía le está haciendo un mal a las sociedad por no poder tener a su mascota en las mejores circunstancias.
Así las autoridades de los Municipios señalados deben de tomar cartas en el asunto, para que un problema como este no les tome ventaja, porque aunque que difícil no es imposible. Ojala los alcaldes entrantes a ejercer sus periodos tengan en cuenta esta problemática, para que en un futuro no se tenga que hablar de un sin número de perros callejeros rondado las calles del departamento.
